Aunque no lo sepas, ni lo creas, Dios está presente en nuestro mundo. Él es el Creador del universo, y está pendiente de Su creación, es más, Él quiere ser conocido por nosotros, quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros.

Quizás hayas escuchado de muchas personas que ya creen en Dios, incluso puede que tú, seas una de ellas, pero hay una diferencia muy grande entre creer en Dios, es decir, saber que Dios existe y,  poner tu vida en Sus manos.

Se cuenta de un trapecista en el siglo pasado que convocó a la prensa para demostrar que podía cruzar las Cataratas del Niágara. La prensa se hizo eco de esa demostración, pero ocurrió algo muy curioso, una vez que el trapecista cruzó las cataratas con éxito, insistió en volver a hacerlo pero, esta vez, con una carretilla y alguien subido a ella.

Uno de los periodistas próximos a él, lo elogió efusivamente por tamaña proeza, el trapecista le preguntó si lo consideraba capaz para llevarla a cabo, el periodista le contestó que no dudaba ni por un segundo que lo conseguiría, el trapecista le dijo: "si no dudas de mí, ¿quieres ser el primero en subir a la carretilla?"

Esta pregunta es la que tenemos que contestar cada uno de nosotros, ¿estamos dispuestos a poner nuestra vida en Sus manos?