miércoles, 11 de septiembre de 2024

Todos y cada uno de nosotros tenemos dioses en minúscula a los cuales adoramos, puede ser tu pareja, tus hijos, tu posición social, tus títulos....si somos sinceros con nosotros mismos vemos que muchas personas o cosas de las que hay a nuestro alrededor son necesarias para nosotros y no podríamos prescindir de ellas, les rendimos culto, las veneramos, incluso.... mataríamos por ello, si hiciera falta.

Pero, sinceramente, si esos dioses son de carne y hueso como nosotros o peor aún, si son cosas materiales, ¿de qué pueden librarnos? ¿qué aportan a nuestra vida de sobrenatural? ....

Pero, el Dios de la Biblia, mi DIOS en mayúsculas, porque solo existe un DIOS, es el ÚNICO que sí aporta a nuestra vida cosas sobrenaturales, fuera de este mundo.

Él ha hecho milagros a través de toda la historia y he podido ver milagros sobrenaturales en amigos  que han sanado de enfermedades terminales, desahuciados por la medicina y que aún hoy pueden contarlo.

En la Biblia hay cientos y cientos de promesas que Dios nos ha dado a los que hemos puesto nuestra vida en sus manos y Él siempre cumple sus promesas, nunca ha dejado de cumplir ni una sola de ellas, ¿puedes decir lo mismo de otro ser humano?

Nunca he visitado un desierto, pero conozco el calor manchego trabajando en el campo o en las calles en verano y se que puedes  llegar a morir de un golpe de calor. Si no tuviéramos agua para beber y refrescarnos ¿qué sería de nosotros? Pues Dios es una fuente de agua viva en medio de tus tribulaciones, sufrimientos, enfermedades, angustias....de las que no estamos exentos cualquiera de nosotros. 

Lo he experimentado en mi propia vida, no hablo por hablar, he experimentado cómo Dios es la fuente de agua que buscamos cada uno de nosotros cuando estamos a punto de la extenuación,  cuando ya te das por vencido y no puedes luchar más, Él viene y te da nuevas fuerzas para continuar.

¿Cuántas veces te has visto en medio de una encrucijada de caminos y no sabes hacia dónde ir? Tienes que tomar decisiones que no solo te afectan a ti y no sabes por dónde tirar. Dios es la LUZ que puede iluminar tu oscuridad, porque Él te conoce mejor que tú mismo y sabe cuáles son tus necesidades.

Acude a Él, búscalo hoy mismo y podrás decir también: mi DIOS es.......


 

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