domingo, 11 de julio de 2021


   ¿Quién no ha necesitado consuelo en alguna... o muchas ocasiones a lo largo de su vida? Yo diría que cada ser humano pasa épocas o situaciones concretas en las que se siente triste o angustiado, a veces por un acontecimiento repentino, a veces por algún motivo que no acertamos a definir...

La imagen del texto evoca recuerdos de la infancia cuando, despues de haber recibido un golpe, corríamos buscando a nuestra madre, abrazos y besos que tenían efectos "milagrosos" sobre el "dolor" o "daño" del momento. A medida que crecemos resulta más difícil ser consolado por otras personas, en parte porque nos cuestra abrirnos, en parte porque las personas a las que nos acercamos están "inmersos" en sus propios "dolores"... Pero no desesperes, no está todo perdido, hay alguien que te ofrece el tipo de consuelo que puede colmar tus expectativas...ese alguien es Dios mismo. ¿Qué tienes que hacer para recibirlo? Corre a Él y háblale, reconociendo tu dolor, tus heridas tu necesidad de consuelo...y... ¡¡déjate abrazar!!

(Colaboración de Rafi Peinado)

No hay comentarios:

Publicar un comentario