viernes, 3 de enero de 2025

 

Todos comenzamos un nuevo año con buenos propósitos, metas que nos proponemos alcanzar a lo largo del año, y este 2025 no va a ser menos.

¿Cuáles son tus buenos propósitos para este nuevo año? ¿Ir al gimnasio? ¿Aprender inglés de una vez?

Tal vez, comer más verduras, o dejar de pelearte con tu pareja por cosas que no tienen importancia, quizás estás en una etapa difícil y solamente quieres superar una larga enfermedad tuya o de un familiar. 

Para los miles de personas que están en medio de guerras y conflictos bélicos hoy, quizás su propósito sea llegar vivo al día de mañana,  poder tener algo de alimento para resistir un día más. Este deseo no está ni en sus manos ni en las nuestras, pero, por supuesto es un deseo justo y loable.

Para los que hemos hecho propósitos que sí están en nuestras manos realizarlos os dejo este texto del libro de Proverbios, que, como su nombre indica está repleto de proverbios sabios para la vida diaria, lo podéis encontrar en la Biblia en el Antiguo Testamento.

Este proverbio nos deja un buen propósito para este nuevo año que comenzamos. Más que un propósito es un reto, un desafío, para cada uno de nosotros. 

No sé tú, pero yo por naturaleza creo que tengo muy buenas ideas, que lo que yo pienso siempre es mejor que lo que tú piensas, por tanto, hay que hacer las cosas a mi manera. Y esto en todos los órdenes de la vida, ya sea en mi familia, con mis amigos, en mi trabajo, yo estoy convencida de que siempre tengo la razón.

¡Qué ilusa! ¿verdad?, o mejor dicho ¡qué soberbia la mía, pretendiendo que siempre tengo la razón en todo!

Por eso la Biblia nos pone en nuestro sitio, nos ubica, nos recuerda que solo somos seres humanos hechos de barro, frágiles y con muchos defectos y limitaciones.

Se cuenta de unos sabios ciegos que querían definir como era un elefante. Uno se acercó y palpó una de sus patas y dijo a los otros que el elefante era así, pero el que se asió de su trompa no estaba de acuerdo porque lo que él tocaba era totalmente diferente, los otros igualmente no estuvieron de acuerdo con estos dos porque palpaban diferentes partes del cuerpo del elefante y todos creían estar en lo cierto, pero aunque todos llevaban razón, al mismo tiempo todos estaban equivocados porque no podían ver al elefante en su conjunto.

Cada uno de nosotros vemos la vida de diferente forma y manera según  la educación, experiencias  y carácter que tengamos. Por eso lo que para una persona es verde, para otra es amarillo y para otra será gris y todas llevan razón, pero, al mismo tiempo todos estarán equivocados porque solo pueden ver la realidad a través de sus propias limitaciones.

Esto es de lo que nos avisa este proverbio.

La Biblia nos recuerda que solo Dios el Señor es infalible, nunca falla, nunca se equivoca, nunca es parcial, Él es perfecto en Su entendimiento, solo Él tiene toda la sabiduría, por esta razón poner nuestra confianza en Él es el mejor propósito para este año.

Dejar que Dios gobierne nuestras decisiones, nuestros deseos, nuestros anhelos, nuestros sueños, ..... es la mejor meta que podemos tener en nuestra vida.  Nosotros vemos parcialmente y con muchas limitaciones, pero Dios ve todo el panorama completo de nuestra existencia, Él no vive limitado al tiempo y al espacio como nosotros, así que,  puede ver tanto nuestro futuro como nuestro presente y pasado al mismo tiempo y sabe lo que es mejor para nosotros.

¿Serás capaz de tomar este desafío y comenzar a confiar en Dios? 

 ¿Te atreverás a dejar a un lado tu propio entendimiento y confiarás en que Dios sabe lo mejor para ti?

¿Qué decisión vas a tomar respecto a este proverbio?


 

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