Cada ser humano tiene sus propios dioses, aún aquellos que creen que Dios no existe, también ellos tienen su dios, puede ser ellos mismos, creen que todo lo pueden, que todo lo han conseguido por sus propios medios, creen en su propia autosuficiencia, en su propia valía tanto que se erigen en sus propios dioses.
Para otros puede ser su pareja, sus hijos. Lo dan todo por ellos, nadie puede tocarlos sin llevarse un buen zarpazo. Los ponen en los altares y esos son sus dioses.
Para otros quizás es el trabajo, son adictos a él, no pueden verse un minuto en silencio o no pueden pasar sin ir a trabajar, si se quedaran sin trabajo sería el fin del mundo para ellos.
Cada uno de nosotros adora algo o a alguien, solo tenemos que estudiar un poco la historia para ver que cualquier civilización, desde las más atrasadas hasta las más avanzadas, han tenido y tienen sus dioses, de barro, de madera.... la madre naturaleza,..... no importa de qué material sean, estén fabricados o no, cualquier comunidad humana tiene sus propios dioses.
Ahora bien, tenemos que preguntarnos ¿qué clase de dioses son? ¿Tienen vida propia? ¿Pueden hablar, interactuar con el ser humano? ¿Pueden escucharte? ¿Se relacionan contigo? ¿Tienen poder? ¿Pueden protegerte, cuidarte a ti y a los tuyos? ¿Puedes confiar en ellos?
Estas y otras muchas preguntas deberíamos hacernos al tratar este tema ya que es vital para nosotros como humanos saber a qué clase de dios estoy adorando. ¿NO crees?.
En mi experiencia puedo decirte que para mi no hay otro dios, sino el Dios de la Biblia, el DIOS con mayúsculas. Él creo los cielos y la tierra y nos dice la Biblia que Él conoce el nombre de cada estrella, ¿podemos calcular el número de estrellas que hay en el universo? No solo de nuestra Vía Láctea sino del Universo entero que aún está por descubrirse.
¿No te deja esto perplejo/a? ¿No se te funden los plomos del cerebro?
A mi si, esta realidad me supera con creces, no puedo ni llegar a imaginar cuántas estrellas habrá ¿millones de millones? ¡Y Dios las conoce a cada una por su nombre!.
Mi Dios es real, todo lo puede, es un Dios que quiere relacionarse conmigo y ayudarme en esta vida a cada paso y cuando llegue al final de mi vida acompañarme a la vida eterna, que Él tiene preparada para los que hemos confiado nuestra vida a Él.
Él ha empeñado su palabra conmigo y me dice que nunca me abandonará, nunca me dejará, será luz en medio de mis tinieblas, será agua en medio de mis desiertos, cumplirá sus promesas en mí y hará milagros en mi propia vida que nunca hubiera podido imaginar.
Ese es mi Dios. Y he experimentado todo esto en mi vida, no hablo por segundas o terceras personas, no estoy hablando de cosas abstractas, sino de cosas reales y tangibles que he experimentado de primera mano. Mi Dios no es exclusivamente mio o para una cierta clase de personas, este Dios real quiere ser también real para ti, si tu quieres, Él no fuerza a nadie, tienes libertad para escogerlo o no, pero si no lo haces te estas perdiendo la maravilla de las maravillas, te pierdes una relación con la persona más extraordinaria del Universo, te pierdes la vida eterna, pasar la eternidad sin Él.
¿Esa es la elección que quieres tomar? o ¿escogerás una vida abundante con Dios mismo?
Tú eliges
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