martes, 28 de diciembre de 2021

En pocos días nos vamos a enfrentar a otro nuevo año, el 2022. ¿Qué nos deparará este nuevo año? ¿Será mejor que este 2021? ¿O quizás peor? Las predicciones pueden venir de uno u otro lado, depende con quien hables te dirán una cosa u otra. La verdad es que no lo sabemos.

Lo que sí es cierto es que hay mucha incertidumbre entre la población y no solamente en nuestro país, sino a nivel mundial, los 11 suicidios diarios, solo en nuestro país, ya claman al cielo.

Frente a estas incertidumbres ¿qué hacemos? ¿Cómo manejamos la ansiedad que se produce ante lo desconocido? ¿Cómo podemos tener paz en nuestra mente y corazón?

Los que hemos entregado nuestras vidas a Jesús lo sabemos bien. Jesús es el Príncipe de Paz, este es uno de sus nombres. Él es el gobernante, por excelencia de la paz, de la paz en nuestro corazón.

El texto que sirve de introducción lo dice claramente, seremos guardados en completa paz, ante los conflictos, los sufrimientos, la enfermedad y cualquier otra situación que pueda hacernos perder la tranquilidad del alma, si...esto es una condición, si nuestra mente y corazón están descansando y perseverando en Dios. 

La paz que Dios nos ofrece no se parece a nada de este mundo, es sobrenatural, por tanto, podemos tener perfecta calma en nuestro corazón aunque el mundo a nuestro alrededor se desmorone, esto no puede producirlo el ser humano, viene de Dios.

¿Quieres verte libre de la ansiedad que los conflictos producen? ¿Quieres disfrutar en tu corazón de la paz sobrenatural que Dios concede? Lo único que tienes que hacer es entregar tu vida a Jesús reconociendo que tú no puedes producir esa paz, por tí mismo. No estaremos libres en 2022 de problemas y aflicciones, pero si tú quieres puedes tener la paz que Dios ofrece en medio de esos problemas y aflicciones.
 

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