Te has preguntado ¿por qué no llueve? ¿Por qué tenemos una sequía tan grande? Seguramente que sí y seguramente sabrás ya la respuesta, porque nos estamos cargando el planeta.
No hay que ser científico para ver, saber y comprobar que el hombre está destruyendo su propia casa. Un planeta que Dios hizo hermoso y bueno para nosotros, lo estamos destruyendo con nuestras propias manos. Así nos va!
Y nos preguntamos todavía por qué no llueve?
Dios al crear el mundo vio que todo lo que había creado era bueno, agradable y saludable.
El hombre está destruyendo a grandes zancadas el mundo para convertirlo en algo malo, desagradable y venenoso.
Y qué hace Dios ante esto?
Pues Él está permitiendo todos los desastres naturales que acontecen y la sequía que padecemos para que reflexionemos y paremos de hacer el mal. Dios no quiere que nada malo nos ocurra, pero, ante el panorama que hemos creado debe hacernos reaccionar de alguna manera.
Dios nos está llamando a volvernos a Él, con la pandemia, con la sequía, con las catástrofes que vendrán en el futuro, si no paramos este desastre. La misma naturaleza está en contra del hombre.
No hay solución alguna, la única solución pasa por volvernos a Dios. Por arrepentirnos de la maldad de nuestro corazón y clamar a Dios por su salvación, solo Él puede cambiar nuestra mente y corazón para dejar de seguir haciendo el mal contra nosotros mismos, contra los otros y contra la naturaleza.
Y tú ¿qué vas a hacer? Reflexiona y toma una decisión.
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