¿Eres una persona que sabe escuchar? ¿Te caracterizas por saber escuchar con atención  a los demás? O ¿eres como la mayoría que subimos el tono de voz para que se nos escuche solo a nosotros? 

Hay que reconocer que es muy difícil saber escuchar y prestar atención al otro, por eso hay tan pocas personas que sepan escuchar y cuando las encuentras, quizás te pase como a mí, que le cuentas cosas que, probablemente nunca le has contado a otros.

Las personas que saben escuchar no piensan tanto en sí mismas, sino en los otros, por eso están dispuestas a cerrar su boca y mantener los ojos y los sentidos abiertos al otro, sea quién sea, tu cónyuge, tu pareja, tu hijo, tu madre, tu amiga,...demuestran su interés por el otro, escuchando.

Hoy en día, hay muchos corazones rotos, por dolor, por frustración, por decepción, por desmotivación, corazones sin esperanza, sin sentido de vida, seguro conoces a alguno, o quizás tú eres uno de esos corazones rotos.

¿A quién vas cuando te han roto el corazón? ¿Acudes a un especialista, a un sicólogo, pagas para que alguien te escuche, sumes tu dolor en pastillas? ¿Trabajas día y noche para no sentir el dolor?  Hay tantas formas de camuflarlo....

Pero para los que no tienen miedo de enfrentar su dolor y sanarlo, aquí tenemos un texto que nos da esperanza, un motivo para seguir viviendo, ..... DIOS nos oye, nos escucha, Él tiene el tiempo suficiente para pararse con cada uno de nosotros y escuchar nuestras tristezas, decepciones, frustraciones, dolores,.... todo lo que nos acontece.

Él no tiene prisa, no se cansa de nosotros, no nos juzga, no menosprecia nuestro sufrimiento, sino que con infinita paciencia y amor trata con nosotros y nos da lo que necesitamos, paz, esperanza, nuevas fuerzas, un propósito para vivir.....

¿Quieres buscar a Dios hoy? ¿Quieres contarle todas tus preocupaciones? 

No esperes a mañana, quizás mañana sea tarde, búscalo con todo tu corazón hoy.