¿Qué te viene a la mente cuando piensas en un "refugio"? 

¿Quizás una casa en medio de la montaña cuando hay nieve?

¿Un portal donde te metes cuando cae un chaparrón repentino?

¿Y qué hay de los refugios del alma? ¿Existen esos refugios?

 ¿Dónde te escondes cuando estás triste, perdido, cuando no puedes con la vida? 

¿Hay algún sitio a dónde ir?

El rey David lo tenía claro. Su vida estaba llena de sobresaltos, sus enemigos lo acechaban, hombres crueles querían quitarle el trono, incluso uno de sus hijos lo intentó, sus mejores amigos lo traicionaron, ¿dónde encontró él refugio para sus tribulaciones?

 ¿dónde encontró David el suficiente  coraje para seguir adelante? 

Pues él mismo dice que solamente y únicamente en Dios

La Biblia dice que sí, rotundamente sí hay un refugio donde puedes esconderte de los avatares de la vida, de los tropiezos, de las malas decisiones, del sufrimiento cotidiano que nos desgasta y nos quita la energía del cuerpo y del espíritu.

Dios es ese refugio, Dios es ese lugar, Dios es la persona a la que puedes ir en cualquier situación en la que te encuentres, Él siempre está dispuesto a recibirte, a consolarte, a abrazarte y a darte reposo de aquello que te perturba, aquello que te pesa, aquello que no te deja dormir ni vivir.

No esperes más, refúgiate en el único que puede darte lo que necesitas, amor, consuelo, calor, guía, alimento espiritual, valor para enfrentar la vida......sea lo que sea que necesites, Dios puede dártelo.